Anillo Vial, una obra que aportó al desarrollo metropolitano

El Anillo Vial hoy en día es una de las obras más importantes del área metropolitana, teniendo en cuenta que conecta a Floridablanca con Girón, en menos tiempo. – Fabián Hernández / GENTE DE CABECERA
Una de las obras más importantes del área metropolitana, debido a su contribución con el desarrollo urbanístico de esta zona, fue sin duda la construcción del anillo vial Floridablanca- Girón.
Este proyecto, ejecutado en la década de los 80 e inaugurado en los 90, además ser concebido como parte del proceso de transformación y expansión de la ciudad, desde el punto de vista vial era indispensable para desviar el tráfico pesado que transitaba por la autopista Floridablanca- Piedecuesta y atravesaba la carrera 27 y el Boulevar Bolívar, vías que en ese entonces eran muy congestionadas. “Era realmente una necesidad inaplazable, es más debió construirse unos años antes”, manifestó el arquitecto Antonio José Díaz, director del Departamento Administrativo de Valorización en la Administración Municipal de Bucaramanga del alcalde Carlos Enrique Virviescas Pinzón.
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Y es que para esa fecha las personas que se dirigían desde la “Ciudad Dulce” al municipio colonial y viceversa, debían hacerlo por la Puerta del Sol; sin embargo, “había vías veredales sin pavimentar para acceso a fincas pero no de tráfico cómodo para uno aventurarse por ahí para ir a Girón, pero lo fundamental fue sacar los vehículos de carga y coincidió con la prohibición de ingresar camiones a la meseta, lo que transformó la vieja zona industrial de San Rafael, Gaitán, La Feria, Chapinero, que dejaron de tener talleres de camionetas”, indicó Díaz.

La construcción del Anillo vial estuvo a cargo de Invías, en la década de los 80. – Archivo / GENTE DE CAÑAVERAL
Se podría calcular que para llegar a su destino, ya fuera Floridablanca o Girón, los automóviles se gastaban entre 40 a 45 minutos aproximadamente. Ahora, por el anillo vial, se gastan casi 15 minutos. Para esta megaobra se habilitó una gran zona rural, la cual se integró al desarrollo urbano y actualmente cuenta con la Zona Franca, cementerios, Natura, Mediterráné, frigoríficos, tiendas mayoristas, entre otros. “Muchas zonas importantes, que eran fincas habían dejado de ser de producción agrícola debido a la contaminación del río”, contó el arquitecto.
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Toda esta vía, la cual comprende entre 15 y 20 kilómetros, eran fincas, según recuerdan algunos residentes cercanos. Eran principalmente cultivos de tabaco y de caña de azúcar (trapiches). Las más grandes eran de las familias Mutis Valdivieso, Roa, Prada Sanmiguel, Nuñez, Rodríguez, Rosillo, Cepeda, y para ese entonces Urbanas ya había construido el Rincón de Girón, en 1982.
Ernesto Puyana Sanmiguel, exsubgerente de Urbanas, recordó que de Transejes hacia Floridablanca “era una simple trocha de acceso a fincas de caña y cuando estábamos construyendo el barrio llegó el Invías a diseñar el anillo vial”.
Agregó que esta obra aportó mucho al desarrollo urbano porque fue el segundo paso indispensable para integrar al área metropolitana, el primero fue la autopista a Floridablanca, pero sobre todo permitió sacar el tránsito de camiones de la carrera 27, porque antes del anillo vial la 27 formaba parte de la carretera Bogotá – Santa Marta”.
«Este proyecto no se diseñó con retornos y ahora, cuarenta años después, estas obras están saliendo muy costosas por la compra de predios a precios de hoy y por los accidentes y problemas que se han presentado en los últimos años». Antonio José Díaz Arquitecto.
Adquisición de predios

Sobre esta vía fue construida la Planta de Tratamiento de Aguas residuales de Empas. – Archivo / GENTE DE CAÑAVERAL
De acuerdo con la información suministrada por el ex director del Departamento Administrativo de Valorización en la Administración del alcalde Carlos Enrique Virviescas Pinzón, las compras de los predios que se realizaron mediante documentos de futuro cobro por valorización, se hicieron entre los años 1984 y 1986. Las obras fueron ejecutadas por el Instituto Nacional de Vías (Invías) del Ministerio de Transporte y con recursos del orden nacional. Las obras comenzaron en 1985 aproximadamente.
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“La responsabilidad de los predios era de la región, es decir, del alcalde Carlos Enrique Virviesca Pinzón. Estos terrenos no se compraron, no había recursos suficientes para ello, se hizo mediante unos documentos que los propietarios de las fincas hacían autorizando la ocupación de esas zonas como futura parte de pago de la valorización que cobraría por las obras. Si bien era un solución adecuada para los grandes terrenos de fincas de caña y tabaco de la zona, no era posible con los pequeños propietarios que les tomaban toda la propiedad.
“Con ellos si se dio la compra; sin embargo, habían unas sesenta casas en una invasión, donde hoy está el intercambiador de El Palenque, y para hacer más compleja la solución, a ellos no se los podía llevar al norte donde se estaban desarrollando planes de vivienda popular, entonces en una zona inundable, junto al barrio a El poblado de Girón, se hizo un relleno de dos metros de altura con la tierra de la obra y se construyó un lote que se inundaba y allí se hicieron las 60 casas. Ese barrio se llama La Isla. Los habitantes de El Poblado nunca quedaron satisfechos porque les llevaban familias de un nivel mucho más bajo, fue un trabajo complejo”, comentó el arquitecto Antonio José Díaz.
Dato
La construcción de las obras físicas las ejecutó el Ministerio de Obras Públicas y Transporte. En ese entonces en Bucaramanga existía el tradicional Distrito de Carreteras N° 15, que tenía las oficinas en Floridablanca, vía a Ruitoque.