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| Sep 13, 2019 | En estas calles, Histórico, Portada

Recordando la historia de Kalandaima

Varios locales comerciales ocuparon un espacio en Kalandaima; sin embargo, no fue mucho el tiempo el que duraron. Archivo/GENTE DE CAÑAVERAL

Una de las construcciones más novedosas que se levantó en la década de los 80 y que llamó la atención de cientos de personas que transitaban por la autopista Bucaramanga – Floridablanca, sin duda fue el antiguo centro de entretenimiento y restaurantes “Kalandaima”.

Para muchos, un lugar icónico, ubicado al costado occidental al lado del conjunto residencial Los Trinitarios, donde actualmente funciona el centro de convenciones G12.

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Para esa fecha, esta estructura generó gran impacto por su “curiosa” cubierta y fachada en forma geométrica, escasas en Bucaramanga y su área metropolitana. “Esas construcciones de techos raros en concreto las diseñó el arquitecto Jorge Clemente Palau Álvarez, luego estuvo abandonada y mucho tiempo después la vendieron. Ese tipo de estructura se denomina paraboloides hiperbólicas y eran cáscaras de concreto de dos pisos, eran tal vez unos seis u ocho locales con sótano común de parqueaderos”, recordó Antonio José Díaz Ardila, arquitecto restaurador y Director Ejecutivo del Teatro Santander.

La historia de este moderno escenario de la época inició entre 1779 y 1980 cuando fue concebido para que funcionara la sala de exhibición de un concesionario de automóviles. “Se construyó para Codiesel cuando el gerente era Gustavo Ardila García, quien ya murió, él quería en ese entonces esa construcción en un lote vistoso como el que estaba en la autopista. Fue así como el arquitecto Jorge Clemente Palau Álvarez hizo el diseño arquitectónico y Herbert Ariza Moreno el diseño estructural de una cubierta de placas plegadas donde iba a estar el local de Codiesel y otros locales más.La fachada tenía unas estructuras de concreto a la vista que eran unos rombos donde se ubicarían las publicidades de cada uno de los locales. Lamentablemente no hubo recursos suficientes para culminarse el proyecto”, comentó Jesús Rodrigo Fernández Fernández, socio de la constructora Borus Constructores LTDA, firma encargada de la obra.

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Agregó que para ese entonces se alcanzó a construir el sótano, la subestación eléctrica, alcantarillado y aproximadamente 4 locales que quedaron hasta la mitad. “Codiesel nunca pudo funcionar ahí y posteriormente vendieron ese lote”.

En la década de los 80, en este lugar funcionó una fabrica de carpas para camiones recordada por la llamativa publicidad. Facebook: FOTOS DE BUCARAMANGA (Antiguas,Modernas,Actuales) de Diego Sáenz desde 2008/GENTE DE CAÑAVERAL

El futuro de esta obra fue incierta y, según cuentan los residentes de la zona, durante un tiempo quedó abandonada.

Años después en este lugar funcionó una fábrica de carpas para camiones, llamativa por una maqueta de camión ubicada en el techo como valla publicitaria, detalle que transeúntes y residente no pasaron por alto.

Algunas personas dicen que este negocio permaneció cerca de 10 años. “Después eso pasó a manos de un banco y en los 90 lo compró Hernando Remolina, un empresario muy prestante de la época. El murió y ahora están sus hermanos, hijos y sobrinos. Los Remolina terminaron la construcción y trajeron marcas novedosas como Pizza Hut y unos helados exquisitos Benny´s y en la en la parte de atrás montaron una pista de karts y en el sótano un paintball. Todo muy novedoso”, recordó un residente de Cañaveral.

El lugar fue conocido durante esa época como “Kalandaima”, y durante meses fue visitado por familias que llegaban para disfrutar de un centro de entretenimiento y por qué no… una que otra delicia de las que allí vendían, teniendo en cuenta que además de la pizza y los helados también funcionó una especie de “plazoleta de restaurantes”, que aunque no era muy amplia la oferta, si era muy atractiva para su clientes.

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Pero poco tiempo después Kalandaima no fue el mismo, parecía “estar embrujado” porque las marcas que la ocupaban se iban y quedaba en una repentina soledad, llegaron otras pero la oferta no estaba completa. La gente dejó de ir y al parecer, llegó al fracaso. Pocas sobrevivieron y con la llegada de grandes centros comerciales y nuevos espacios de recreación; Kalandaima cerró sus puertas.

En Kalandaima se ofrecía un ambiente familiar con un centro de entretenimiento y restaurantes

Ya para la década de 2000 este lugar fue convertido en una discoteca, que al igual que los otros negocios clausuró tiempo después, y en su interior solo quedaron unos afiches de Marilyn Monroe y Charles Chaplin.

Se desconocen las fechas exactas, pero durante varios años esta obra quedó en el olvido. Nadie sabe a ciencia cierta por qué ninguno de los negocios que se montaron en Kalandaima funcionó y en 2009, quienes alguna vez visitaron este sitio, fueron testigos de la demolición de esta triangular estructura para darle paso a una moderna y más amplia construcción en la que actualmente funciona el Centro de Convenciones G12. De la icónica obra no quedó ni el rastro.

El sitio era de los muy pocos en la ciudad que creaba un ambiente familiar y recreacional agradable. Tenía restaurantes, heladerías y una zona al aire libre de juegos que incluía una pista de karts, todo en un mismo lugar.

Entre las marcas que más recuerdan los bumangueses y que funcionaron en este lugar están: Rico Mc Pollo (Restaurante de pollo), Armando Parrilla (Restaurante de Carnes) Pizza Hut, Helados Benny’s, Hamburguesas El Corral, entre otros.

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