¿Debo recoger el excremento de mi mascota?

Las heces del perro se pulverizan y las personas terminamos respirando sus desechos, que pueden causar infecciones. – Banco de Imágenes /GENTE DE CAÑAVERAL
Para algunas personas salir a pasear con sus mascotas y recoger sus excrementos resulta molesto, ya sea porque el olor es desagradable o sencillamente les da vergüenza. Sin embargo, es más vergonzoso dejarlo ahí, porque hasta los animales actúan tapando la evidencia echando tierra o pasto con las patas traseras.
¿Pero… qué hay detrás de todo esto? ¿Qué tan importante es?
Cabe recordar que los propietarios por no recoger el excremento de las mascotas están infringiendo en el nuevo Código de Policía Nacional (ley 1801 de 2016), el cual dentro de sus puntos sanciona con una multa de $98.360 (4 salarios mínimos) a quienes no lo hagan, pues esto afecta el medio ambiente y la salud ciudadana.
“Normalmente cuando vamos por los parques o zonas verdes encontramos excrementos de mascotas, que al entrar en contacto con las patas de nuestro perro genera que ingresen parásitos por su piel y vayan migrando hacia el intestino, cerebro y diversos órganos, provocando dermatitis y alergias en sus patas, así como diarreas, inapetencia, deposiciones blandas con moco o sangre”, explicó la médico veterinaria, Laura Sánchez.
Ahora bien, si estas heces entran en contacto con una persona o un niño (que son curiosos y todo lo quieren coger) podría causar una zoonosis, y ellos también se verán afectados con infecciones gastrointestinales, fiebre, inapetencia, anemia (pues los parásitos se alimentan de sangre) y dependiendo del parásito se genera daño en cerebro y retina”, dijo la profesional.
Es por esto que también se recomienda que los gatos tengan su arenero limpio en casa y a disposición, de esta forma se evita que el felino salga a buscar su sanitario, ya que si llegara a ser portador de toxoplasma, podría no solo afectar la salud de otras mascotas, sino también a las personas que estén en contacto con las excretas.

Los excrementos de las mascotas deben tener una adecuada disposición, con el fin de evitar enfermedades y malestares entre los vecinos. – Banco de Imágenes /GENTE DE CAÑAVERAL
La toxoplasmosis es una enfermedad zoonótica, se transmite del animal al del hombre y en este caso ocasiona daños neurológicos y de visión en las personas.
En cuanto al tema ambiental, la profesional señaló que “la descomposición de los excrementos causa gases tóxicos que contaminan y generan daño ambiental que para algunos no será de importancia, porque apenas es una área la que se ve afectada, pero si sumamos todas las zonas donde ocurre la contaminación por excretas de perros y gatos, sería algo de grandes proporciones”
Además se debe tener en cuenta que los excrementos se secan y generan esporas que viajan por el aire llegando a las personas, aguas o fuentes hídricas y alimentos.
“Así que cada vez que salgan con sus mascotas, piensen en llevar la palita recogedora, bolsa o papel y no pasen la vergüenza de ser multados o les llamen la atención. Los paseadores caninos también deben pensar en eso”, enfatizó la médico veterinaria.
Los amos sacan a pasear a sus perros no solo para que se ejerciten sino para aprovechar que hagan sus necesidades, pero muchos no consideran que deben limpiar los desechos para evitar enfermedades y contaminación.
¡Para tener en cuenta!
Según los profesionales, un perro produce en promedio 300 gramos de excremento al día y medio litro de orina. El suelo absorbe la orina, pero el excremento se seca, se pulveriza y sus partículas viajan en el ambiente y pueden terminar en los alimentos que se consumen en la vía pública o se pueden respirar.
Recoger las heces del perro reduce al mínimo las posibilidades de exposición a los huevos y larvas de gusanos, lombrices y otros parásitos que causan estragos en el sistema intestinal humano.
Además, cuando llueve las heces pueden ser arrastradas y acabar en estanques, lagos, ríos, etc…
Toparse con las heces de perros en la calle también es algo desagradable, no solo por el olor sino por el riesgo de pisarlas, por lo que hay quienes también consideran una falta de respeto para los demás no recogerlas.