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| Ago 26, 2016 | Nuestra Gente, Portada

Una fundación con mucho ‘Amor y Esperanza’

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Una razón muy pero muy especial fue la que inspiró y llevó a Esperanza Luna de Almeyda a crear la fundación Amor y Esperanza, la cual tiene como propósito generar una zona de bienestar para los niños que están luchando contra el cáncer, y sobrellevar sus cuidados durante la estancia en el Hospital Universitario de Santander.

Juan Kamilo Almeyda Luna fue la motivación y quien impulsó a esta mujer a ayudar a los más necesitados. “Él es un angelito que Dios le regaló a nuestra maravillosa familia, es un niño especial o como diría su hermano gemelo Jaime Andrés, súper especial, que ha sido la luz de nuestro camino. ¡Qué bello es ser madre de un niño especial! Siempre habíamos pensado en ayudar a niños especiales, pero los designios de Dios son perfectos y nos puso a trabajar por los niños en tratamiento oncológico”, manifestó Esperanza Luna.

Agregó que esta labor inició hace 11 años “y que gracias al grupo de voluntarios, encabezado por mi esposo e hijos y todos los demás bonitos corazones que apoyan esta obra de amor, hemos formado un tejido humano que cree firmemente que la clave es Dios y el amor, que hacen posible cumplir la misión de la fundación para los niños con enfermedades hemato-oncológicas”.

Sostuvo además que “es una experiencia maravillosa por la infinidad de historias de amor irrepetibles. Tal vez nosotros no le damos mayor cosa a los guerreros soñadores, pero ellos nos dan en el día a día enseñanzas de amor, bondad, ternura, fortaleza y misericordia invaluables. Es una bendición de Dios compartir con estos niños y sus familias”.

Es así como esta fundación legalmente constituida tiene como misión brindar ayuda de manera oportuna e integral, a los niños diagnosticados con cáncer y a sus familias de difícil situación económica, con proyectos que van desde el apoyo espiritual, económico y psicológico hasta la recreación y la lúdica.

Programa bandera

‘Sueños Azules’ es un proyecto que actualmente promociona la Fundación y tiene como objetivo llevar a los pequeños “guerreros soñadores” a conocer el “río grande”, como ellos le llaman al mar. “Este proyecto lo desarrollamos una vez al año, generalmente en septiembre y octubre; cada año llevamos a un grupo de niños diferentes”, explicó la fundadora de Amor y Esperanza.

En esta oportunidad, la Fundación tiene como propósito llevar a 50 niños a Santa Marta del 27 al 30 de septiembre. “Además llevaremos un grupo de mamás y algo maravilloso que Dios ha permitido es que el doctor Ernesto Rueda Arenas, oncólogo tratante de los niños del HUS, viaje con nosotros. Él es un ser humano maravilloso de quien hemos recibido todo su apoyo, cariño y compañía”, expresó Luna.

Además de los costos del viaje, este proyecto incluye la entrega de un maletín con los implementos necesarios como vestido de baño, dos mudas de ropa, tres camisetas, sandalias, útiles de aseo, protector solar, gorra, toalla, sudadera de la fundación, bolsa para la playa, refrigerios para el traslado de ciudad, así como el acompañamiento del personal médico y la logística de transporte.

Para lograr esta misión y poder cumplir el sueño de estos pequeños, la Fundación promueve una campaña para recolectar recursos económicos.

Otros programas

La fundación también entrega “Kits Ternuritas” al niño que llega al hospital por primera vez. Estos incluyen: toalla, crema dental, cepillo de dientes, jabón, papel higiénico, sandalias y, en lo posible, pijama.

Otras de las actividades tienen que ver con paseos a diferentes sitios turísticos como Panachi, Páramo de la Salud, Mesón de Cuchicute, Mesa de los Santos, Acuarela, El Portal, Acuaparque, El Santísimo, entre otros.

Además, realizan el Mercadillo de Guadalupe, que consiste en vender la ropa usada en muy buen estado, en mil o dos mil pesos. Este proyecto es apoyado por el colegio De la Presentación y el Cambrigde.

La Universidad Cooperativa de Colombia, UCC, también los apoya en esta misión a través de la asesoría que brinda su facultad de Psicología. Además presta la piscina a los niños.

Y dentro del área espiritual, la Fundación celebra encuentros con Cristo todos los meses.

Además de los cumpleaños y de los regalos que se les brinda en Navidad, los pequeños reciben en enero sus kits escolares. Así que la labor es continua.

“Seguimos orando para que el sueño de hace más de cuatro años, “la Zona Feliz de Preciosos Angelitos”, sea una realidad, en el Hospital Universitario. Estamos tocando puertas y corazones, seguros de que será la mejor zona infantil de Colombia en un hospital público con la ayuda de Dios, la Gobernación de Santander y la gerencia del hospital. Llevaremos adelante este hermoso proyecto, ya que una empresa nos donó dos unidades móviles en fibra de vidrio. Seguiremos tocando bonitos y generosos corazones para continuar consolidando nuestro sueño”, manifestó Luna.

En cifras

11

años lleva la fundación liderando programas para ofrecer bienestar a los niños enfermos de cáncer del HUS.