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| Mar 4, 2016 | Portada, Qué pasa?

¿Dónde son necesarios los reductores de velocidad?

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A propósito de las peticiones que recibe la Dirección de Tránsito de Floridablanca (Dttf) continuamente sobre la construcción de reductores de velocidad, la revista Gente habló con expertos en movilidad y consultó la norma nacional para conocer los casos en los que se requieren estas obras.

Los puntos donde se deben construir estas estructuras son: en lugares en los que hay gran cantidad de peatones, zonas escolares, llegada a peajes y en zonas residenciales en los que se compruebe alta accidentalidad.

Y la Ley 769 de 2002 expide el Código Nacional de Tránsito Terrestre, y en su Artículo 74 establece que los conductores deben reducir la velocidad a 30 k/h.

Los resaltos están permitidos en vías urbanas donde transiten rutas de transporte público, colectivo de pasajeros, en vías urbanas principales o de jerarquía superior, o en calles que enlacen a estas, en vías urbanas con volúmenes vehiculares diarios que superen los 500 vehículos, vías urbanas cuyos porcentajes de vehículos pesados superen el 5%. De igual forma en pendientes de vía mayor a 8%, en zonas residenciales, frente a bibliotecas, clínicas y hospitales.

De acuerdo con la información suministrada por el coordinador de Organización vial de Floridablanca, Isnardo Mantilla, la solicitud se debe hacer ante el administrador vial el cual realizará los estudios técnicos de viabilidad.

“Lo que debe saber la comunidad es que estos dispositivos son muy restrictivos y si no se cumplen condiciones técnicas de seguridad pueden generar accidentalidad al igual que generan vibraciones que pueden afectar las estructuras de las viviendas, las redes de servicios y las estructuras viales. También generan contaminación auditiva”, explicó.

El funcionario agregó además que luego de realizar la solicitud ante el organismo competente, la respuesta se da en un término de 15 días, “pero la respuesta de si se va a instalar o no está condicionada a estudios de ingeniería vial”.

Por su parte el experto en movilidad Héctor Cáceres, señaló que la comunidad que solicita los resaltos debe argumentar que es una vía de alto grado de accidentalidad, en donde se haya registrado heridos o muertos, o donde haya alguna intersección grande de vehículos, donde hay conflicto entre peatones y vehículos y no hay puente peatonal.

Otro de los expertos en el tema y presidente de la Sociedad Santandereana de Ingenieros, Luis David Arevalo, agregó que en la petición también se debe tener en cuenta que en la vía corre peligro la vida de los ciudadanos y que hay presencia de niños como sitios aledaños a parques y zonas de espacio público, comercio y esparcimiento.

Los resaltos deben cumplir con algunas normas obligatorias como la señalización vertical y horizontal.

“El resalto debe ir pintado de amarillo y debe tener señales reglamentarias (velocidad que debe transitar ) y las señales preventivas que son las que le indican que hay un resalto, por lo general son resaltos pintados en el piso. Los reductores deben estar pintados con microesfera para que sean reflectivos y la altura máxima es de 10 centímetros. Debe estar a lo ancho de la calzada, pero la altura máxima es en el centro de la vía”, indicó Cáceres.

Los estoperoles también son utilizados para que los vehículos disminuyan la velocidad. Estos dispositivos tienen una altura máxima de 3 centímetros.

Un caso

concreto

De acuerdo con la información suministrada por el coordinador de Organización Vial de Floridablanca, en este municipio hay más de 300 solicitudes de reductores de velocidad. “Debemos contratar los estudios y eso es demorado”.

Uno de los casos más recientes fue expuesto por la Junta de Acción Comunal y residentes de los sectores que se sienten afectados por los cambios viales; argumentan que algunas calles se “han vuelto críticas debido al cambio de sentido en las vías y generan traumatismo de tráfico vehicular y peatonal por el exceso de velocidad de los vehículos que transitan, su contaminación auditiva y la inseguridad que genera a la población escolar del sector. Lo anterior con los antecedentes conocidos por el continuo flujo de escolares y deportistas por el sector, como también la existencia de jardines infantiles y colegios”.

Por lo anterior solicitan tres reductores de velocidad para Cañaveral Plaza en su vía principal, un reductor de velocidad para la carrera 26 entrada Cañaveral V etapa, y un reductor de velocidad para la carrera 21 con 158 Tayrona I.

“De igual manera solicitamos la demarcación o señalización de las restricciones como pasos peatonales y velocidades máximas admitidas”, indica la petición.

A esta solicitud, la Dirección de Tránsito de Floridablanca respondió que “para la instalación de reductores de velocidad es necesario acatar lo dispuesto en el Manual de Señalización Vial adoptado, mediante resolución 1885 de 2015 por el Ministerio de Transporte, en cuanto a que se debe realizar estudios de ingeniería vial para determinar la viabilidad técnica”.

Y concluye: “estas vías se incluirán en los puntos para análisis de resaltos que ejecutará la entidad. Como medidas preventivas esta entidad ordenará la demarcación de letreros de velocidad máxima una vez se disponga del personal para ello. El tránsito de vehículos pesados está prohibido en estas vías y se exceptúan a quienes estén ejecutando obras en el sector, siempre y cuando cuenten con el permiso y cuenten con un plan de manejo de tráfico”.

En cifras

10

centímetros es la altura máxima de los reductores de velocidad y 3.70 metros de ancho.

3

reductores de velocidad están solicitando en Cañaveral.