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| Nov 27, 2015 | Nuestra Gente

UPB contribuye con las familias desplazadas

Desde 2013, la Universidad Pontificia Bolivariana adelanta este proyecto para la población víctima de la violencia.  - Suministrada/GENTE DE CAÑAVERAL

Desde 2013, la Universidad Pontificia Bolivariana adelanta este proyecto para la población víctima de la violencia. – Suministrada/GENTE DE CAÑAVERAL

Un total de noventa familias desplazadas se han visto beneficiadas con ‘Famiempresarios para el Futuro’ desde el 2013.

Famiempresarios es el programa del Centro de Proyección Social CPS de la Universidad Pontificia, en alianza con la Alcaldía de Piedecuesta, que acompaña a las víctimas del conflicto en el emprendimiento o fortalecimiento de empresas familiares.

De acuerdo con los directivos, el proyecto contempla la formación y acompañamiento por parte de la universidad desde 4 factores: el factor sicológico, que busca la adaptación al nuevo sistema de vida; el factor formación humanística y pastoral; el factor de ingeniería industrial, que propende por mejorar procesos de producción y administrativos, y el factor de comunicación social, que buscan garantizar condiciones de mercadeo y publicidad para comercialización de productos o servicios.

Según explican Martha Lucía Rey Villamizar y Juan Carlos Godoy Pinilla, docentes de la UPB Bucaramanga y líderes del proyecto, el éxito de “Famiempresarios para el Futuro” se da gracias a más de 700 estudiantes que han participado hasta la fecha, pues son quienes visitan, identifican las necesidades y realizan los productos entregables para las víctimas, dentro de los cuales están: el diseño e impresión de la imagen corporativa, diagnóstico, herramienta sistematizada para el manejo de costos y una herramienta diseñada y creada para la productividad del negocio.

Testimonio

Martha Isabel Caro, beneficiaria del proyecto, es la dueña de la famiempresa “Detalles y Algo Más” y aseguró: “mi experiencia ha sido excelente. En este momento me están colaborando con una máquina cortadora para la elaboración de mis peluches; ellos me hicieron la máquina”.

Esta mujer, víctima del conflicto, proviene del Meta. Actualmente cuenta con su famiempresa en casa y no solo vende peluches sino que también realiza capacitaciones. “Ellos me han estado visitando constantemente, me han ayudado y agradezco muchísimo eso. Mi sueño es crecer, quiero tener mi propio local con mi taller para enseñar y tener un almacén donde pueda vender y exhibir todas mis manualidades”, afirmó la beneficiada.

La Universidad Pontificia Bolivariana Seccional Bucaramanga quiere seguir apoyando a más famiempresarios. Se espera que para el próximo año el proyecto pueda extenderse al municipio de Floridablanca, y que los ya existentes sean autosuficientes.