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| Ago 6, 2015 | Nuestra Gente, Portada

“El cáncer no acabó con mis sueños, pero sí me llenó de motivación”

Liliana Carvajal Pineda/ Gente de Cañaveral

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Cada mañana es una oportunidad más de vida para Yeimi, quien a sus 13 años fue diagnosticada con osteosarcoma, un cáncer óseo más común en los niños, cuya edad promedio de diagnóstico es a los 15 años.

Hoy, ella con 16 años y una sola pierna sonríe todos los días pese a esta discapacidad que le dejó su enfermedad. Asegura que esto nunca ha sido un obstáculo para alcanzar sus sueños y es por eso que disfruta cada cosa que hace, como ir al colegio, sus clases de natación y compartir con sus amigos y familia, quienes han sido incondicionales en este proceso de recuperación.

Yeimi, a su corta edad, y tras ser una sobreviviente más del cáncer, se ha convertido para las personas que la rodean en un ejemplo claro de superación, porque a pesar de las adversidades siempre tiene una palabra de motivación para quienes se afectaron por su enfermedad, y una cálida sonrisa para quienes siempre le han brindado un sincero abrazo.

La historia

En 2012, Yeimi Aguilar comenzó a notar que debajo de su rodilla derecha crecía una masa a la que no le dio importancia, porque no le causaba ningún tipo de malestar; sin embargo la ‘pepita’, como Yeimi la llamaba, creció y alcanzó a medir, según ella, 10 centímetros aproximadamente.

Fue en ese momento, ya en 2013, en el que se dio cuenta de que algo no estaba bien, por lo que acudió al médico, quien le envió varios exámenes, entre esos una radiografía y una resonancia magnética.

Los resultados se los entregaron 26 días después y se confirmó lo que más temía, era un tumor maligno. El doctor le recomendó a su madre, a puerta cerrada, amputar la pierna para evitar que el mal comprometiera más órganos. Aunque esa no fue la última opción, la niña fue hospitalizada durante un mes y sometida a diferentes análisis.

Después de este proceso comenzó con las quimioterapias. “Fueron seis meses de quimio y me operaron para retirar el tumor, pero la herida se infectó y me operaron cuatro veces más”, narró Yeimi, quien recuerda que era un dolor insoportable, por lo que le preguntó al doctor que si la única alternativa para calmar este sufrimiento era quitar la pierna, que lo hiciera, “pero que por favor me quitara ese dolor” y el procedimiento se hizo.

Asegura que no fue una decisión difícil, porque ella solo pensaba en su bienestar. “Mi familia es la más afectada, pero yo le doy ánimo, porque no me ven triste”, comentó.

De forma jocosa expresa que cuando despertó de la cirugía trató de tocarse la pierna, pero “todo fue normal” y que por el contrario, apenas pudo, dibujó caras graciosas sobre el material en el que tenía envuelto lo que quedó de su extremidad.

“Quería demostrarle a todos que yo estaba bien”, expresó esta pequeña llena de energía y esperanza.

Durante todo este proceso, paradójicamente, lo que más le traumó fue perder su larga cabellera y no su pierna.

La amputación se hizo el 22 de septiembre y hoy, 10 meses después, ella sigue adaptándose a los cambios que tuvo su vida, pero con el firme propósito de no decaer y ser en un futuro una gran periodista o una reconocida psicóloga.

Igualmente reconoce que la Fundación Hope entró a formar parte importante en su vida, porque le ofreció acompañamiento y asesorías académicas.

Conoció su trabajo cuando ella inició su tratamiento de quimioterapias y desde entonces no se ha sentido desamparada, porque le ha ayudado a atender sus diferentes necesidades, especialmente sus estudios.

Cursa décimo grado en el Politécnico de Real de Minas y lleva una rutina al igual que sus compañeros. Su discapacidad la ha llenado de fortaleza para luchar cada día por sus sueños y el amor de las personas que la rodean le dan esperanza y perseverancia.

Fundación Hope

Los niños enfermos de cáncer reciben asesorías académicas por parte de la Fundación Hope

Los niños enfermos de cáncer reciben asesorías académicas por parte de la Fundación Hope

La Fundación Hope tiene como misión acompañar a los niños durante su tratamiento brindando nivelación y acompañamiento educativo, espacios lúdicos, talleres de aprendizaje, espacios culturales y tecnológicos, ayudas inmediatas, apoyo psicológico, terapéutico y odontológico, según sea el caso.

De acuerdo con la información suministrada, el aporte del Municipio tiene que ver con el personal profesional de las aulas, docentes, terapeuta, psicología y nutricionista.

María Juliana Lozano, representante legal de la fundación, asegura que este proyecto nació en 2008, cuando su hija Sarah fue diagnosticada con leucemia.

Ella fue una madre que vivió en carne propia la enfermedad de su pequeña de año y medio de nacida.

“En ese momento se nos venía el mundo encima. El doctor fue muy claro en explicarnos sobre la enfermedad, el tratamiento y las posibilidades de vida, nos enfrentábamos a un cáncer y no teníamos ni idea cómo manejarlo, lloramos durante 15 días y Sarah ya no iba al jardín, pues se veía muy malita y entramos a una hospitalización de mes y medio. Tuve que dejar mi carrera a un lado y dejar mi otra hija al cuidado de mi mamá”, recordó María Juliana.

Yeimi continúa en tratamiento oncológico y es una de las beneficiadas de las aulas educativas en la clínica

Yeimi continúa en tratamiento oncológico y es una de las beneficiadas de las aulas educativas en la clínica

La idea surgió por los lazos fraternos que se crearon con otras madres que pasaron la misma situación. Comencé a recibir ayuda de mis amigas de colegio y me llevaban cosas para Sarah; al ver tanta necesidad de otros niños empecé a decirles que a Sarah no le llevaran nada, que mejor llevaran pañales y cosas para los otros bebés hospitalizados. Así lo hicimos durante dos

años entre amigos y conocidos, apadrinando, celebrando fechas con los niños, ayudándolos hasta que decidimos legalizar la Fundación. Así nació Hope por los Niños con Cáncer creada por mi familia, mamás y amigos, quienes en lugar de sentirnos derrotados levantamos la cabeza y decidimos trabajar por los niños con cáncer que llegan a ser tratados en Bucaramanga en diferentes centros médicos de la ciudad por los 3 mejores oncólogos pediátricos que hay: Diego Estupiñán, Ernesto Rueda y María del Pilar Obregón”.

Desde entonces han trabajado por esta población vulnerable para mejorar sus condiciones de vida.

Aulas hospitalarias

Uno de los programas más importantes es el de las Aulas Hospitalarias con las que se busca que los niños que reciben tratamiento estén nivelados académicamente.

“En este momento somos líderes en Santander con 5 aulas y con la ventaja a nivel nacional de tener un aula para niños ambulatorios que no pueden estudiar por la enfermedad, empalmando tratamiento hospitalario y ambulatorio, y lograr así que cuando regresen al colegio no se vean afectados”, explicó la representante legal de Hope.

La Fundación Hope atiende niños diagnosticados con cáncer, quemados, VIH, discapacidad  y todos aquellos que deban someterse a tratamientos ambulatorios y hospitalarios por diagnósticos largos

La Fundación Hope atiende niños diagnosticados con cáncer, quemados, VIH, discapacidad y todos aquellos que deban someterse a tratamientos ambulatorios y hospitalarios por diagnósticos largos

Todo esto lo han logrado gracias a las contribuciones de empresas privadas y públicas. La fundación firma convenios de comodato con las clínicas que prestan los espacios para tener las aulas. Estos convenios no tienen remuneración económica.

Actualmente se recaudan recursos para la dotación de estos salones y continuar ofreciendo este servicio a los niños.

Es por esto que el 15 de agosto se llevará a cabo un espectáculo en vivo con 35 artistas en escena en el colegio La Presentación a las 5:00 p.m.

Los interesados en contribuir con esta causa pueden comunicarse al 316 5338848.

Entrega de aulas

Recientemente la Fundación Hope recibió por parte de Parque Caracolí un aula de clases completamente dotada para los niños enfermos de cáncer que hacen parte del programa social ‘Un Aula con Corazón’, desarrollado por el centro comercial en alianza con la Fundación Hope y la Fundación Amigos de la Foscal.

El aula se entregó dotada con juegos lúdicos, libros, sillas, computadores, televisores, video beam, pupitres, tableros, mesas, y demás implementos que les permitirá a los niños y a sus educadores contar con los recursos necesarios para una educación de calidad.

En cifras

2008

fue el año en el que se oficializó la creación de la Fundación Hope.

145

niños diarios atiende la Fundación Hope en sus aulas.

6

personas entre psicológicos, nutricionistas, terapeutas, son las encargados de acompañar a los niños en su tratamiento.