El arte de jugar
¿Hace cuánto fue la última vez que jugó? Sí, a las tazas de té o a los carritos con sus hijos. ¿Hace cuánto no armó un rompecabezas en familia?
No importa la edad que tenga; el juego es un elemento innato; pues tal y como lo dice la educadora y experta en ludoterapia, Luisa Fernanda Ospina, de Jungla y Aldea infantil, “el juego en el niño es el ser y no el estar, en su desarrollo”.
Seguro usted creció y olvidó jugar, pero en el rol de papá retomó uno que otro pasatiempo.
El juego no debe desaparecer, pues además de unir lazos familiares, tiene infinidad de beneficios que trascienden a la tercera edad. Jugar con los niños a los bomberos, a hacer galletas, o tomar en sus manos plastilina que se desintegra en el aire puede ser un buen plan.
Así que hoy usted es el niño, el papá y el adulto mayor, y debe volver a jugar.