“Pinto porque quiero ser mi propio legado”
Cuando sus manos no están dibujando, su mente ininterrumpidamente está creando nuevas composiciones para plasmar en los lienzos.
Así transcurre la vida de Pilar Gómez, una artista plástica de 47 años, quien por medio de sus pinturas busca rescatar los valores “incalculables” de las mujeres, que con el paso de los años han sido opacados por la sociedad.
Es por esto que centra sus trabajos en los desnudos femeninos, porque asegura que las delicadas líneas que definen a la mujer reflejan su romanticismo y emotividad. “Las mujeres han sido menospreciadas y pisoteadas a lo largo de la historia”.
“Soy el ejemplo de mujer, represento a la mujer americana que trabaja, madre de dos jóvenes de 28 y 21 años y abuela de una pequeña de 7 años, mujer cabeza de familia que elijo lo que me gusta vivir para desarrollarme y para mostrarme con mucho respeto y conducta, dejando el alma en cada trazo, con mi dedicación ordenada, trabajo diario y conducta permanente. Esto se ve plasmado en mi obra”, manifestó la artista.
Agregó que su trabajo está lleno de detalles, es cuidadoso y la convierten en “una mujer plenamente romántica, alegre, decidida, sensata y emotiva”.
Una modelo desnuda es un reto para el artista y su objetivo es “buscar una imagen plástica, en donde las curvas, la luz y las sombras se combinen para producir unas obras sensuales, en las que se insinúa mucho más de lo que se muestra. Cada obra se compone con sumo cuidado para que todos los elementos representen una armonía plena con el cuerpo desnudo de la modelo”.
Su padre,
su inspiración
Desde muy pequeña nació su interés por la pintura al ver a su padre, quien fue retratista también del desnudo femenino, incursionando en diferentes técnicas como lo era el lápiz, carboncillo, plumilla, pastel y color.
“Mi papá, fiel amigo y admirador del maestro Hernández Prada (legado artístico en Santander), contaba con varias obras, lo que me motivó a despertar fuertemente mi pasión por el color y el dibujo, convirtiéndose así en mi padrino a seguir”.
En la adolescencia y en su edad universitaria empezó a hacer sus primeros dibujos a lápiz, manejando el tema de los niños de la calle. La fotografía empírica era su base para iniciar con cada obra.
Continuó su aprendizaje en forma autodidacta, despertándosele un amor por las bellas artes en su manejo con la figura femenina, ya incursionando en la técnica del claro oscuro o técnica reinvertida al pastel.
Sin embargo, a pesar de sus habilidades y destrezas en el arte, Pilar Gómez asegura que durante sus inicios no contó con el apoyo suficiente para empezar a mostrar su talento de forma profesional, porque los amantes de la pintura, en muchas ocasiones, eran estigmatizados.
Es por eso que ella decidió cambiar los paradigmas y darles la oportunidad a los jóvenes de acceder fácilmente a los conocimientos relacionados con el arte. Actualmente es docente de técnicas mixtas en las Unidades Tecnológicas de Santander.
“Quiero darle a otro lo que la vida me negó en un momento. Si alguien quiere desarrollar el arte, ¿por qué no darle la mano?”.
Aseguró que ella no pinta para que a la gente le guste, es “para que sepan quién soy. Quiero ser mi propio legado, mi propio ejemplo, no el ejemplo de nadie ni seguir el ejemplo de nadie”.