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| Ene 23, 2015 | Periodista del Barrio

‘No se dejen engañar con supuestos actos de fe’

Estos son los palpeles que entrega el hombre que dice promover misas y oración.  - Suministrada / GENTE DE CAÑAVERAL

Estos son los palpeles que entrega el hombre que dice promover misas y oración. – Suministrada / GENTE DE CAÑAVERAL

Diana Duarte

Periodista del barrio

En días pasados visité uno de los tres centros comerciales de Cañaveral y con sorpresa encontré que había un hombre que mostraba algunos documentos a unas señoras que estaban sentadas en el mismo local de comida en el que yo me encontraba.

Días más tarde regresé al centro comercial, estaba en otro local tomando algo y el hombre se me acercó, solo que en ese momento no lo recordé. El hombre me preguntó que si era católica y me entregó un pequeño tríptico con los misterios para realizar el rosario, además me entregó otro papel con una oración.

Lo particular es que el hombre habla muy rápido y dice que hay un grupo de monjas que van hacer oración en nombre de las familias que den una colaboración y además se van a realizar 33 eucaristías durante todo el año. Pide además los apellidos de la familia, sus necesidades y asegura que se pueden renovar en la iglesia de la Sagrada Familia.

Le dije que le colaboraba con 5 mil pesos y me dijo que eran mínimo $10 mil. Todavía no entiendo por qué caí, y le di los 10 mil, supongo que fue porque jugaron con mi fe.

Lo cierto es que cinco minutos más tarde me di cuenta de que era el mismo hombre que había visto días antes y acudí al equipo de seguridad del centro comercial, quienes comenzaron el monitoreo por medio de cámaras pero el hombre ya había salido del complejo.

Solo quiero decirles a las personas que frecuentan los centros comerciales que no se dejen engañar y menos en algo tan frágil como la fe. El hombre va bien vestido, es trigueño, de pelo oscuro, peinado a la mitad, usa gafas y lleva una agenda donde apunta los datos para las supuestas misas.

Acuda a seguridad de los centros comerciales para que no vuelva a tumbar a la gente.