Cuatro jóvenes hicieron de la gorra su negocio
Audry Laguado
Gente de Cañaveral
Gustavo Andrés Carreño, Lizeth Duarte Hernández, Carlos Andrés Santos León y Shirly Andrea Ojeda son cuatro amigos que han compartido grandes momentos de sus vidas juntos.
Carlos y Lizeth, estudiaron juntos en la universidad, son administradores de empresas, pero Shirly y Lizeth estudiaron en el mismo colegio aunque en esa época no eran tan amigas como ahora; Gustavo y Andrés se conocieron en Estados Unidos y ahora son grandes amigos.
Lo cierto es que el destino los unió porque quizá todo estaba listo para el éxito y ahora, Carlos es novio de Shirly y Gustavo de Lizeth.
Estos jóvenes, el mayor de 31 años, para dejar claro es Carlos, son trabajadores luchadores y divertidos pero le apostaron a un proyecto poco común que los está proyectando como empresarios: ellos hacen gorras personalizadas. Sí, cada quien elige lo que quiere que se lea en su gorra.
La vida por aparte
Gustavo es abogado, le gusta viajar, es padre de una niña y aunque tiene alma de comerciante le ha dado lugar y prioridad a su carrera a la que le dedica gran parte del día.
Lizeth es madre de familia, también de una niña, en este momento es la administradora del negocio de gorras y está al tanto de los pedidos y las entregas de estas.
Carlos es una estrella de televisión… local. Aunque es administrador de empresas, se dejó seducir por las cámaras y ha hecho sus pinitos en televisión y actualmente labora con una entidad municipal.
Por último está Shirly, quien cabe destacar es profesional en negocios internacionales y labora para una empresa privada, y de paso cabe destacar odia que le digan ‘Shirley’ quizá eso se deba a su carácter perfeccionista.
Los cuatro saben que están llevando a cabo un gran negocio, pero antes de entrar en el tema del dinero y del trabajo, dejaron claro que ante todo está la amistad y así alguno cometa un error están dispuestos a buscar soluciones antes que ponerse en el plan de echarse culpas o como dicen ellos, “caerle encima al otro”.
La idea
Gustavo vivía en Barranquilla, y de paso disfrutó de los Carnavales de ‘La Arenosa’, pero lo que no se imaginó es que ahí comenzó su nuevo proyecto.
“Durante el Carnaval Gustavo se dio cuenta de que la gente usaba muchas gorras, pero en ese momento decían ‘Esta noche doy serrucho’ pues era la canción del momento…
“Entonces a él se le ocurrió hacer gorras personalizadas, es decir que en la gorra se lea la frase que tú quieras, es decir ‘Yo amo a mi esposo’, ‘Mi familia es lo mejor’, ‘Yo amo mi selección’ no con frases limitadas…” relató Lizeth.
Todos se apuntaron al proyecto con el que arrancaron hace tres meses y comenzaron por hacer sus propias gorras.
“Comenzamos haciendo promoción con los amigos, entre todos conocemos bastante gente y empezamos a promocionarlas por redes sociales y gustaron tanto que ahora tenemos grandes pedidos, incluso para otras ciudades y países”, relató Carlos.
Han gustado tanto que incluso han llegado unos pedidos muy particulares: “Un muchacho nos mandó hacer una gorra en la que le pedía matrimonio a la novia, eso fue chévere, otro quedó flechado y le regaló una gorra a su nueva amiga en la que le decía ‘Me encantó conocerte’ y frases por el estilo.
“Otras personas han mandado hacer para despedidas de soltera o eventos con artistas, ha sido maravilloso porque nos hemos dado cuenta de que las gorras han gustado”, relataron los jóvenes empresarios.
Estos jóvenes el apostaron a un nuevo proyecto, la personalización de gorras.
¿Cómo funciona?
Los interesados pueden contactar a los empresarios por medio de las redes sociales y hacer sus pedidos, deben especificar el mensaje que quieren que se lea en la gorra y los colores, una vez el pedido queda realizado, la gorra es entregada tras cinco días hábiles.
Cabe destacar que las gorras son bordadas y hay de todos los colores, incluso los niños y niñas también pueden tener sus gorras personalizadas.
“Si el pedido es local le pedimos al cliente el 50 por ciento del valor, pero si es fuera de la ciudad o del país se pide más porque implica más gastos”, dijo Lizeth.
Estos empresarios se reúnen todas las semanas para hablar de negocios pues la idea crece cada día más y quieren complacer a todos sus clientes, sin embargo saben que desde ya deben empezar a crear otras ideas pues no se pueden quedar con un solo plan.
“Ya hemos hecho investigación y sabemos que tenemos que empezar a ofrecer otros productos, pero gracias a esto nos dimos cuenta de que podemos hacer cosas diferentes que gusten y se vendan (risas)” recalcaron los jóvenes.
Por ahora el proyecto más cercano es ofrecer gorras personalizadas para el mundial Brasil 2014, cada quien decide qué dirá la suya: ‘Yo amo mi selección’ ‘ ‘Soy mundialista’, los jóvenes están dispuestos a complacer a sus clientes.
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