“Todo debe estar en equilibrio”
Audry Laguado
Andrea Niño a simple vista es una jovencita estudiante de universidad. Pero detrás de su rostro fresco de la juventud, reina una mujer guerrera, luchadora que como muchas en Colombia se levanta temprano para darle lo mejor a sus hijos.
Con tan solo 25 años, esta madre de dos pequeños es una empresaria que además de forjar su futuro, busca ayudar a la comunidad.
Andrea trabaja, estudia, es madre de dos niños, y de paso le queda tiempo para ayudar a los demás. Ella es un ejemplo más de las santandereanas que desde muy jóvenes asumieron su vida con entereza y la frente en alto.
Los proyectos
En este momento Andrea tiene entre manos un nuevo proyecto que busca generar empleo pero también suplir las necesidades de aquellas personas que por una u otra razón no les queda tiempo de culminar todas las labores del hogar.
Por ello creó una bolsa de empleo en la que recluta gente para servicio doméstico, enfermeras y niñeras. Esta joven hizo de su necesidad un negocio que promete ser grande.
“Se me ocurrió este negocio desde mi experiencia. Soy madre, tengo mi hogar, pero también tengo otras obligaciones, por eso siempre estaba buscando alguien que me ayudara con las labores de la casa, pero por lo general es muy complicado encontrar a una persona de confianza o que sepa hacer las cosas.
“Por otra parte pensé que es necesario que las personas tengan trabajo, por eso se me ocurrió la bolsa de empleo. Reclutamos la gente, le pedimos la hoja de vida y las referencias de los lugares donde ha trabajado, sin embargo en algunos casos las personas ni siquiera tienen hoja de vida o no tiene experiencia.
“En esos casos les hacemos la hoja de vida, pero comprobamos que no tengan antecedentes de ningún tipo, además les pedimos certificación de la vivienda…. La idea es garantizar un buen trabajo y que quienes acudan a nosotros estén tranquilos.
“Por otra parte a futuro espero poder capacitar a las integrantes de la bolsa de empleo para que sean más competentes” aseguró Andrea.
Los sueños
Desde que era tan solo una adolescente, Andrea sabía que quería ser sicóloga, pero solo hasta hace dos semestres está haciendo su sueño realidad, pues nunca se ha rendido.
“Salí muy chiquita del colegio, de 15 años, y entonces mi mamá me dijo que estudiara medicina y que me especializara en siquiatría, pero en el primer semestre me di cuenta de que no era lo mío, así que me pasé a mercadeo. Luego quedé embarazada de mi primer hijo y pues paré de estudiar” aseguró.
Pero ser madre a los 19 años no la detuvo, todo lo contrario la maternidad la hizo más fuerte, pues siempre ha llevado en su corazón el don de madre. Sin embargo no niega que su vida cambió, pues llegó el matrimonio y de golpe tuvo que aprender a ser la señora de la casa.
“Desde entonces me tocó aprender a trabajar y a manejar empleados en la fábrica de calzado de mi esposo, así aprendí a manejar un negocio, monté mi almacén, incluso hace poco vendí un local de ropa y calzado que tenía en Cacique”, dijo la joven.
Con el tiempo llegó su segundo hijo y las cosas han sido mejor pues el pequeño es una razón más para salir adelante. “Me levanto a las cuatro de la mañana, hago yoga, mando a los niños al colegio, salgo a trabajar estudio en la tarde, en la noche comparto con los niños, luego leo y hago trabajos. Creo que en la vida es importante que todo esté en perfecto equilibrio, porque si eres madre y piensas que tus hijos son un problema, desde ese momento nada saldrá bien. Pero para mí mis hijos son lo mejor, mi carrera y mi trabajo también por eso la vida funciona” finalizó.