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| May 31, 2013 | Nuestra Gente, Portada

Miss Margot celebró sus 102 años

“Ella dice que solo tiene 80 años pero cuando desea que se le satisfaga algún capricho menciona que si no se compadecen de una anciana de mas de 100 años”.

“Ella dice que solo tiene 80 años pero cuando desea que se le satisfaga algún capricho menciona que si no se compadecen de una anciana de mas de 100 años”.

Margarita Rodríguez Leal es una huésped residente del Centro Gerontológico Ruitoque Casa Mayor que puede decir que cuenta con un siglo de historias pues recientemente, en compañía de sus familiares, compañeros y de las personas que la rodean y la quieren, celebró su cumpleaños número 102, toda una hazaña.

 

Su vida en la enseñanza

Miss Margot, como la llamaban cariñosamente sus alumnas, estuvo vinculada a la Es-cuela Normal de Señoritas por cerca de 38 años, entre 1937 y 1975. “Hay tantos recuer-dos como para escribir varios libros: el nivel académico de entonces, el rigor en la pre-paración de clases y la dedicación a las alumnas en su formación, la disciplina. Yo fui profesora interna en la Normal durante varios años, solo salía los fines de semana para estar con mi familia. También ejercí como docente de inglés en el Centro Colombo Americano. Al retirarme de la Normal me vinculé por unos años al Colegio San Pedro y al Seminario en Floridablanca dictando la misma materia. En mi casa atendí y preparé alumnos en clases de inglés especialmente. Disfrutaba mucho enseñando”.

 

La tierna mujer recuerda que ese seudónimo (Miss Margot) se lo pusieron sus alumnas después de que regresó de los Estados Unidos, “empezaron con esa costumbre y se fueron familiarizando con él. Primero era la teacher de inglés, aunque también dictaba español y literatura, pero después fue Miss Margot. Yo prefiero que me llamen Margarita porque ese fue el nombre que escogieron mis papás para mí”.

 

Tan dulce como Pamplona

Oriunda de Pamplona, Margarita llegó a Bucaramanga después de la muerte de su padre a “endulzar” la vida de sus alumnas y cuantas personas se cruzó en el camino. “Al morir mi papá mi mamá organizó viaje desde Pamplona con un tío y mis hermanos para Girón, allí pasé mi infancia hasta los 15 años cuando vinimos a Bucaramanga. Después de eso me fui a estudiar a Bogotá al Instituto Pedagógico Nacional”.

Su familia en Bucaramanga está conformada por su hermano José, sus sobrinas y algunos primos. En la foto la acompañan Benjamín Suárez, NohoraRodríguez de Suárez, María Candelaria Rodríguez, Mary de Rodríguez y Benjamín Rodríguez.

Su familia en Bucaramanga está conformada por su hermano José, sus sobrinas y algunos primos. En la foto la acompañan Benjamín Suárez, NohoraRodríguez de Suárez, María Candelaria Rodríguez, Mary de Rodríguez y Benjamín Rodríguez.

Al pedirle que cuente una anécdota sobre esta etapa de su vida sonríe y dice: “Son tantas que traigo a mi memoria que no sé cuál contar. Recuerdo por ejemplo que uno de mis profesores en el Instituto Pedagógico era Víctor Mallarino, el de literatura. Era muy estricto con la pronunciación y el acento. Él me enseñó a declamar por eso la poesía me gusta tanto”.

Las personas que la conocen la describen como “una persona dulce, tierna, de unos valores morales y espirituales férreos, habla claro y se expresa muy bien, la mayor parte del tiempo la dedica a la oración”.

 

La etapa de teacher

Respecto de su labor docente Margarita recuerda con una lucidez asombrosa que “era muy humana siendo también estricta y exigente. Al salir de paseo con las estudiantes les permitía a una que otra una escapadita a comprar algo, lo cual no era usual en esa época, pero eran pequeñas y sanas pilatunas”.

Tal vez por este tipo de comportamientos es que sus alumnas la querían tanto, y la siguen queriendo, prueba de ello es que hoy, 30 años después de haberse retirado de las aulas, Margarita todavía recibe la visita de sus queridas estudiantes.

 

“He recibido visitas de mis ex alumnas con las que inmortalizamos los momentos vividos. Ellas me recuerdan como una buena profesora y me dicen que era muy comprensiva, especialmente con las internas. En esa época existían los internados en los colegios y realmente les tenía especial cariño porque ellas no estaban con sus familias. Trataba de ayudarlas en lo que más podía”.

Consagrada a un amor eterno

“Tuve un novio norteamericano al que quise mucho pero él se murió y esto me afectó. Esa circunstancia tal vez me hizo entender que el matrimonio no era para mí y por eso no me casé”.

 

La señorita Margarita y la modernidad

Margarita asegura que se siente afortunada por haber vivido tanto y haber tenido la oportunidad de conocer otro mundo, el de ahora. “Me siento feliz y contenta, privilegiada por saber de tantas cosas nuevas cada día y poder disfrutar algunas de ellas. Aquí donde vivo estoy contenta, me siento apreciada y atendida. Doy siempre gracias a Dios por permitirme vivir en esta época y por tantos años, aun siento energía y ánimo como para dictar clases. Me gusta hablar en inglés y francés cuando tengo oportunidad”.

En la celebración de su cumpleaños número 102  se celebró una Eucaristía en acción de gracias por su vida y un almuerzo especial en el que la acompañaron sus familiares y seres queridos.

En la celebración de su cumpleaños número 102 se celebró una Eucaristía en acción de gracias por su vida y un almuerzo especial en el que la acompañaron sus familiares y seres queridos.

“Cada día admiro la cantidad de logros y avances de la ciencia y de la tecnología como los teléfonos, la televisión, los computadores, la rapidez de las comunicaciones y las medicinas para mejorar la salud”.

 

Lo que se dice de ella

Quienes la conocen y la quieren la describen como una mujer “disciplinada en sus costumbres y hábitos personales de aseo y alimentación. Siempre saluda con una sonrisa y cuando se le presta algún servicio da las gracias. Es directa en la comunicación, no le gustan los rodeos. Dice lo que siente y se molesta cuando alguna persona a su alrededor no se expresa bien así que sin titubear la corrige con la expresión correcta. Recuerda canciones y poesías de su época. Sostiene las conversaciones con gran atención y si son en inglés con mayor razón. Tiene un excelente sentido del humor, se ríe con agrado cuando hay la oportunidad de hacerlo”.