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| Oct 26, 2012 | Gente de Aquí, Portada

“Fue bonito cantar a dúo pero muy difícil saber que uno de los dos tendría que irse”

Por caprichos del destino Diana conoció a Rubén Morales, el músico y compositor colombiano, exintegrante de Ex-3 y creador de ‘Mi verdad’, uno de los más grandes éxitos de los 90’s.

Por caprichos del destino Diana conoció a Rubén Morales, el músico y compositor colombiano, exintegrante de Ex-3 y creador de ‘Mi verdad’, uno de los más grandes éxitos de los 90’s.

Por Laura Rojas González

Hablar con Diana Ciliberti es tan delicioso como escucharla cantar. Tiene un ángel característico, una sonrisa contagiosa y un brillo en los ojos que pone en evidencia el amor que siente por sus grandes pasiones: su esposo, sus dos hijos y por supuesto, la música.

“Yo nací en Cúcuta y estudié allá todo el colegio. Luego me vine a Bucaramanga para estudiar Diseño Industrial. Inicialmente mi estadía acá era temporal pero me enamoré de la ciudad. Un día que vine a visitar a mi novio, que ahora es mi esposo, salí a la ventana a mirar el paisaje y pasó un viento que me recorrió por completo… Allí sentí que me iba a quedar en esta ciudad, fue como si me hubiera hablado y me hubiera dicho que este era mi lugar. Alcancé a irme varias veces a viajar, pensé en trasladarme pero siempre volvía. Cuando dejé la rebeldía de ir y venir la ciudad se abrió para mí como una flor, empecé a crecer con mi empresa, con mi vida como artista… Se abrieron todas las puertas”.

Impresoras al ritmo de la música

“Yo estuve en un concurso nacional que se llamó Colombia suena bien, ahí participaban todos los colegios del país. Llegué a Bogotá, a la final y gané, el premio era un contrato con Sony pero nunca pasó nada. Imagen suministrada / GENTE DE CAÑAVERAL

“Yo estuve en un concurso nacional que se llamó Colombia suena bien, ahí participaban todos los colegios del país. Llegué a Bogotá, a la final y gané, el premio era un contrato con Sony pero nunca pasó nada. Imagen suministrada / GENTE DE CAÑAVERAL

Diana trabajaba con su esposo con quien ha estado desde que tenía 14 años. “Comenzamos con una empresa de remanofactura para cartuchos de impresoras y empezó a irnos muy bien. La empresa creció mucho y se expandió por varias ciudades del país, sin embargo, un día despertamos y pensamos que la vida no podía ser sólo esto, trabajar, dormir y levantarse a trabajar… lo que pasaba era que no estábamos aprovechando todo el potencial que teníamos, todos los dones que nos había dado Dios y que teníamos guardados. En la casa mis papás siempre me habían dicho que debía ver la música como un hobbie, como para de vez en vez pero eso es algo que lo llama a uno. Si tu tienes un don el universo, la vida o el destino te va a estar pasando factura sobre ellos. Hay algo incompleto en ti si no lo exploras. Nosotros vendimos todo y arrancamos de cero, dijimos vamos a hacer lo que nos gusta, para lo que nacimos. Ahora mi esposo trabaja en producciones audiovisuales y también en música y somos un gran equipo. Yo siempre he sido muy emocional y él siempre ha sido mi polo a tierra. Él notaba que me faltaba algo y por esa carencia me impulsó a seguir adelante con la música”.

"Lo bonito de las batallas es cantar a dúo, lo terrible es saber que uno de los dos tendrá que irse. Especialmente para los artistas, que por lo general somos muy sensibles, uno no quiere eliminar a nadie. Imagen suministrada / GENTE DE CAÑAVERAL

«Lo bonito de las batallas es cantar a dúo, lo terrible es saber que uno de los dos tendrá que irse. Especialmente para los artistas, que por lo general somos muy sensibles, uno no quiere eliminar a nadie. Imagen suministrada / GENTE DE CAÑAVERAL

La convocatoria

De acuerdo con Diana “la convocatoria para La Voz no fue tan pomposa como la de otros programas de formato similar. Ellos querían buscar personas que realmente fueran artistas, que se dedicaran a la música. Hubo audiciones por internet y hubo gente que viajaba a Bogotá a presentarse. Entre el círculo de músicos se regó la voz y la solicitud fue buscar focos de gente que pudieran servir para participar en el programa. Yo recibí varias llamadas de amigos músicos que me decían ‘mira están haciendo esto ¿por qué no te presentas?’ y al principio yo dije que no. Pensaba que ir allá era para que lo volvieran a uno nada con los comentarios…”

“…después de algunas llamadas me empezó a picar la curiosidad hasta que decidí ir a ver qué pasaba. Desde que todo arrancó fue maravilloso. Es un programa muy positivo, muy respetuoso y amoroso, la producción es muy limpia y el trato con los participantes es increíble. Yo iba con arco y flecha a Caracol, iba lista a responder cualquier crítica fuerte que me hicieran pero no. Cuando ya nos presentaron a todos después de las primeras audiciones les comenté que venía lista para atacar o defenderme pero nunca fue necesario. Todo es muy transparente, lo que ven los televidentes es lo que pasa detrás de cámaras”.

El camino a la victoria

Diana explicó cómo fue el proceso que hubo detrás de las audiciones a ciegas, las que pudimos ver en televisión. “Ellos hicieron una selección previa. La idea era que quedaran algunos seleccionados, uno diría que los mejores pero la verdad es que todos los que se presentaron son muy buenos. Después hicieron otra eliminatoria y los que quedamos en ésa fuimos a Bogotá, a la audición a ciegas. En total se inscribieron más de 8.000 personas, a Bogotá viajamos como 900 y al final quedamos alrededor de 300”.

Para su audición a ciegas Diana interpretó el clásico de 4 non blondes llamado What´s up, una canción que le permitió hacer alarde de su maravillosa voz, a tal punto, que ninguno de los cuatro entrenadores se aguantó las ganas de oprimir el botón que les permitiría conocer a la dueña de tan especial instrumento.

“Fue una emoción muy grande aunque también sentí mucha ansiedad. Pensar que todos estaban de espaldas y que tenía que entregarlo todo en ese minuto y veinte segundos, y que si no se voltearon de malas, era algo muy doloroso porque todos esperábamos pasar”.

Cuando me dijeron “pasa ya, es tu turno” yo entré en trance, tenía los ojos abiertos pero no estaba viendo, yo no vi cuando se voltearon. Mi esposo se reía cuando me contaba cómo fue todo y yo tuve que esperar a que saliera el programa al aire para ver cómo se habían volteado porque yo estaba en otra parte, cuando me di cuenta ya estaban de frente los cuatro. La audición fue muy linda porque todos se pusieron de pie. Yo estaba que saltaba, que gritaba…”.

Decisión de último momento

Diana confesó que su opción inicial era Ricardo Montaner, “yo iba por él porque es una persona que se destaca bastante vocalmente, aunque todos son buenos, el género de Ricardo exige más… Cuando yo los vi a todos veía brillando la esquina izquierda, donde estaba Carlos Vives. Era como un sol, veía un destello gigante y sentí que era una señal. No sé por qué, era algo interno, fue algo que me dijo que debía irme con él y ahí cambié de decisión. Estoy muy feliz porque siento que estoy en el mejor equipo”.

Diana espera el veredicto de su entrenador, Carlos Vives. Imagen suministrada / GENTE DE CAÑAVERAL

Diana espera el veredicto de su entrenador, Carlos Vives. Imagen suministrada / GENTE DE CAÑAVERAL

La batalla…

La cantante nortesantandereana aseguró que el momento más arduo del programa fue precisamente el que la llevó al lugar donde está ahora: la batalla. “Ese momento fue horrible. Yo le decía a mi esposo que después de eso ya podía cantar frente al Papa, a cualquier rey o al que fuera. Fue muy duro porque los entrenadores estaban juzgando pero especialmente porque tenía que eliminar a otra persona, eso me dolía en el alma. Yo sé que todos queremos ganar y que todos somos buenos. Yo le decía a Eduardo –mi esposo- que no era capaz y él me recordó que yo no era la madre Teresa de Calcuta. Saber que debía sobresalir frente a otra persona, en un frente a frente, sabiendo que él también tenía su sueño al igual que yo… Eso me rompió el corazón”, narró Diana con la voz quebrada pero siempre con la sonrisa dibujada en su rostro.

Lo que no sabe sobre Vives

“De Carlos hemos sabido que tiene que tomar goticas antes de cada show porque a él le da muy duro tener que eliminar a alguien. Él es muy emotivo y para él ha sido muy difícil tomar estas decisiones pero ni modo, ese es el formato del programa”. Esta apasionada del arte, que también habló sobre sus inicios cantando en bares, fiestas privadas y festivales, aseguró que su estrategia será ser auténtica y demostrar que la música toca cada fibra de su ser. “Ahora estoy muy contenta porque viene una etapa en la que tienes la posibilidad de meter la mano en las propuestas musicales. Yo puedo decir que el arreglo de la voz lo quiero de determinada forma o que el bajo de tal otra. Parece ser que podremos aportar ideas y la producción dirá si lo aprueba o no. Para mí es un sueño hecho realidad poder presentar ante cuatro grandes maestros de la música, en primera fila, viéndome a mí, una producción que vaya impregnada de mi estilo, eso es algo hermoso, y eso sin contar que estará en la televisión nacional. Es una satisfacción muy grande y haber llegado hasta ahí ya me siento ganadora”.

1 comentario

  1. Mágica! Esa es la palabra para definir a Diana Ciliberti, dentro y fuera del escenario. Mucha fuerza en LA VOZ COLOMBIA. Bucaramanga está con ella.

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