Belhorizonte I: lleno de convivencia y tranquilidad

Belhorizonte I tiene como áreas comunes de un kiosco con barbicue, senderos peatonales y parqueadero.
En 1989 la Constructora Urbanas edificó la primera fase del Conjunto Belhorizonte que hace parte de cinco etapas.
Está conformado por un grupo de tres torres con 50 apartamentos distribuidos en cinco pisos. “Este conjunto es un regalo de Dios por la calidad humana de la gente que vive aquí. Es un oasis en medio de la locura que se ha convertido Cañaveral”, dice la señora Judith Arcella residente desde hace 19 años.
Como ella 350 personas han escogido este conjunto como residencia. En él habitan médicos, abogados y profesionales de otras áreas en los apartamentos de 98 y135 metros teniendo como norma la sana convivencia. “Nos respetamos mucho y apoyamos ente sí sin necesidad de estar metidos en cada apartamento”.
Sus atractivos

Un apartamento cuenta con sala comedor, dos baños, un cuarto de servicio, cocina, balcón y los penhouse tienen altillo.
Aunque el conjunto no cuenta con salón de fiestas ni piscina se han apropiado espacios para que los niños y adultos disfruten de la naturaleza con un jardín creado por los mismos residentes que se ha convertido en el más grande orgullo de quienes habitan en él. “Hemos apropiado un espacio natural con un camino que le da la vuelta al conjunto tiene dos cuadras y media para que los niños monten en sus bicicletas o patines y las personas mayores puedan caminar”.
Árboles de diferentes tipos y pájaros azulejos, carpintero y colibríes, así como varias bancas distribuidas por todo el conjunto decoran este espacio para que sus residentes no tengan la necesidad de salir a buscar una zona verde. “Es un conjunto que goza de mucha tranquilidad, armonía entre los residentes y se cumplen las normas”, cuenta la administradora de Belhorizonte I, Rosalba Beltrán Gómez.
Los cambios
Molestias del sector
Las zonas comerciales
Uno de los problemas que más afecta a los moradores es la comercialización del sector así mismo los residentes manifiestan que frente al conjunto se arrienda un lugar para minitecas y que el desarrollo comercial ha incidido en el incremento de la inseguridad. “Antes esto era netamente residencial pero en este momento hay bares y cuanto establecimiento”.
La inmovilidad
Los negocios que funcionan en el sector que no cuentan con parqueaderos dificultan la movilidad y el traslado hacia Bucaramanga se ha vuelto caótico por los trancones y las escasas vías de acceso. “Hay mucha construcción y pocas vías. Este problema se le ha manifestado a los diferentes entes pero no se ha recibido respuesta satisfactoria”, señala Rosalba Beltrán.